Hubo una época (1999) en que por motivos muy muy personales me obsesionaba todo lo que se relacionara con Alemania, así pasaba horas mirando la tv el canal DeutscheWelle , aunque no entendía nada, siempre me llamo la atención las noticias que daban sobre la Love Parade. Fue ahí precisamente dónde se engendró la idea de algún día asistir a uno de estos festivales ,que a diferencia de las versiones que se hacen en países como México, Israel o Chile, duran 3 días y concentran lo más selecto de los exponentes en la materia.


Como sea, el sábado pasado se presentó la oportunidad de asistir a la versión criolla del magno suceso electrónico, sin embargo, las dudas era predominantes en mi. Primero no sería inconsecuente ir, considerando que el año pasado me dedique a pelar a viva voz a todos aquellos que fueron. Segundo no será un mal indicio el que las pocas veces que intentado acércame a este estilo musical he fracaso rotundamente (termino pegada y aburrida) bueno supongo que la mejor manera de disipar las interrogantes era asistiendo.

Debo reconocer que llegamos bastante tarde (tipin 6 pm) luego de un pequeño desvió al parque Bustamante y obviamente con su visita a la botillería correspondiente. Mi primera impresión fue Wahhh!! Igual harta gente, entonces era cierto que en Chile hay una movida electrónica. Conforme avanzaba por la Alameda hacia Portugal me di cuenta que había de todo, loquitos que veían hueas veían hueas veían hueas, punk, hip hoperos y obviamente el infaltable viejo chicha, que estaba muerto de curao pero de los primeros bailando frente al carro para ver cuando las minas se levantaban la falda.

La temperatura subía y número de agarrones también, típica del chileno donde puede estirar la mano lo hace y que decir cuando alguna mina se sacaba la ropa. Eso en verdad me tenia sin cuidado, lo que si me molesto bastante fue el machismo, salía una niña bailando ligera de ropa y todos las alababan, pero cuando era el turno de un varón en 5 segundos los tapaban a botellazos mientras le coreaban Hueco Hueco. Hueco... eso no es justo por señores... ley pareja no es dura.

Aún con la ropa mojada y una vez que el sol se escondió ocurrió lo pero de la jornada , lo infaltables saqueadores, de verdad que nos los entiendo y después se quejan que nos tratan como primitivos, osea una cosa es que este muerto de curado y con ganas de huebiar y otra muy distinta es que tires computadores desde el techo de una oficina.


En resumen, lo pase bien pero con respecto a la súper movida electrónica chilena, encontré que dejó mucho desear. Igual bien que hayan convocado tanta gente, nadie niega que fue bakan crear una instancia donde todos pudimos bailar en la principal arteria capitalina o pasearse en frente a lugares emblemáticos como Plaza Baquedano, el Edificio Portales o la Universidad Católica, pero en lo sustancial sentí que muy pocos estaban ahí por la música o las ganas de expresarse , yo creo que al 80% de los asistentes sí les ponías reggeton hubiesen bailado de la misma forma.



Además la gente que seguía los carros estaba más preocupada de sacarle una foto a la niña de reality que de escuchar a los Djs. Yo soy un ejemplo, la única vez que baile harto fue cuando estábamos frente al escenario principal, pero no me pregunten como se llamaba el loquito que toco, porque no tengo idea. Así que no me vengan con cuentos que la movida electrónica tiene 250.000 exponentes en nuestro país, porque bajo ese criterio yo sería una de ellas y en lo personal me auto proclamo una ignorante en el tema. Love Parade ¿? mmm no sé para mi es un es un buen intento de repetición de lo que se vivie en Europa, por parte de los organizadores y de quienes de verdad encuentran en este estilo una forma de sentir y expresarse, , pero creo que aún falta mucho, mucho, para que se logre ese objetivo. De todo corazón les deseo que con los años mejore, pero para mi esto fue la bienvenida y la despedida del punchi punchi en mi vida.