4 pm , tome mi entrada que adornaba mi velador desde el 17 de junio pasado y partí tranquila rumbo a Santiago Arenas. En el trayecto planeaba estrategias para lograr quedar lo más cerca posible de la reja, objetivo que me valió codazos, empujones y golpes pero que afortunadamente conseguí.

En la entrada me reuní con un par de amigos. Seis pm y las puertas del recinto se abrieron, junto con ellas el primer movimiento de mariposas en mi estómago. Pasamos el tercer control y de ahí más por show que por necesidad emprendimos una carrera llena de gritos y ansiedad hacia la cancha.

El grupo de amigos fue creciendo conforme pasaron las horas, lo cual hizo más amena la espera, sobre todo el rato que tuvimos que soportar el penoso espectáculo del señor Pedro Frugone. A provecho de hacer mis descargos contra DG Medios, sé que el motor es el dinero, pero nada costaba darle la oportunidad a alguna de las muchas talentosas bandas locales.

8:30 la cancha se pone hardcore, empujones van, codazos vienen y esa inevitable mezcla de sudor, humedad y humo de cigarro, bombardeaba mis sentidos. Lo mejor fue cuando por los parlantes sonó Rage Again the Machinne (al parecer pisaría suelo chileno en diciembre) y System of a Down. Al finalizar los aplausos hacían pensar que las bandas se habían presentado en vivo.

Se apagan las luces y el nerviosismo se me sale por los poros, gritos ensordecedores dan paso a los primeros acordes de Quicksand. Salto una y otra vez hasta que mis ojos se encontraron con las figuras de Brandon Boy (voz y percusión) Mike Einziger( guitarra) José Pasillas (bateria) Ben Kenney (bajo) y Chris Kilmore (Dj).

Corto pero potente inicio, fue segundado por Kiss to send us off, ambos temas de su más reciente álbum Light Grenades , que los mantuvo de gira por todo el mundo durando los últimos meses.

Hola Santiago (acento gringo), fueron las palabras que casi echaron abajo al Arena. Mientras el primer clásico de la noche hizo su aparición Wish you were here . El tema fue coreado por todos los asistentes, al igual que el reciente hit Anna Molly.






Para recuperarme de la emoción que mejor que Are you In y Drive , temazos que fueron disfrutados con euforia por todos los asistentes.

Megalomaniac, Sick sad little World, Oil & Water y Nice to know you fueron el climax de la noche. Dejando los ánimos de todos por las nubes y tras lo cual Incubus se despidió de sus fanáticos y abandono el escenario.

Cinco minutos del acostumbrado “ no nos vamos ni cagando” y los californianos volvieron nuevamente para interpretar Favorite things y Clean. La voz celestial de Boyd pregunto How many of yours will come back tomorrow? (cuantos de ustedes volverán mañana) Yo salte y grite con todas mis fueras – YOOOOOO!!! Greet well see you tomorrow( genial , nos vemos mañana) .

Tras sus palabras la perfecta interpretación de Aqueaus transmisión que puso fin al primer concierto de Incubus en Chile. Incrédulos muchos miramos el reloj y nos negábamos a irnos. Esta bien fue un buen show, pero que pasó con todos esos temas del Morning View, del Make your Self , del S.C.I.E.N.C.E, al igual que condorito tuve ganas de tirarme hacia atrás y decir PLOP!




No obstante decidí darles una segunda oportunidad total aún quedaba otra entrada, esa que llevaba seis meses adornando mi velador. Mañana sería la junta verdadera esa que reuniera a The Real One Fans, los que durante meses juntaron el vuelto del pan para comprarse la entrada de los primeros.

Sin darle respiro a mi emoción le siguieron Wish you were here, Circle y Anna Molly. Sólo a la tercera canción logre reaccionar y atine a grabar s con mi cámara de fotos. No procesaba que esta vez sí interpretaban las canciones que por años escuche sólo en mi pc.

Una interrupción de un traductor improvisado “Brandon dice que por favor no se aprieten, hay suficiente espacio para todos” los aplausos para Boyd no se hicieron esperar. A mi me dieron ganas de decirle, bienvenido a Sudamérica, aquí no hay gringos fomes que siguen el ritmo con la cabeza, aquí hay garra corazón y forcejeo. Pero para que mejor que siguiera cantando.

Pistola al igual que la noche anterior fue una instancia para que los músicos mostraran su virtuosismo y cual circo romano los asistentes los vitoreáramos por su talento. Luego fue el turno de Vitamin y Just a Phase.

Mientras escuchaba The Warmth y Drive pensaba cuanto ha pasado y cuanto he cambiado desde aquel momento que vi aquel sorprendente video en MTV. Mientras saltaba pensaba lo gracioso que ha sido este año, donde he tenido la oportunidad de ir a conciertos de bandas que a los 18 años hubiese jurado que moriría sin verlos en vivo.





Como una explosión reventó el Arenas al ritmo de Megalomaniac, canción relativamente nueva pero que igualmente ya engrosa la lista de los clásicos de Incubus. Seguido por Sick Sad Little World.

Umbrella al igual que la noche anterior fue un momento hermoso. Una de las amigas que me acompaño la noche anterior estuvo toda la noche – Ojalá toquen Dig. Lamentablemente para ella sus deseos se hicieron realidad con un día de desfase. Pese a ser una canción del último disco fue coreada por todos los asistentes.

Para mi la siguiente canción fue una de las más emocionales de la noche, me traslade al año 2002 cuando tocaba en una banda con mi primo y unos amigos. La primera canción que sacamos fue Warning, tengo hermosos recuerdos de esa época, cuando mi único deseo era ser baterista profesional.

Tras ese hermoso momento Boyd y compañía se retiraron del escenario por cerca de 5 minutos. Al volver estaba segura que no quedaban más que tres canciones por lo que dispuse mi cámara para poder grabar, sin imaginar que la canción que seguía quedaría registrada en mi memoria por siempre.

Ante el éxtasis y la incredulidad de los asistentes comenzó a sonar Stellar, clásico de clásicos de Incubus y sin duda, una de las favoritas de sus seguidores. Un momento mágico (por más cursi que suene) entre la banda y los asistentes. Como un amante que se reivindica por dejar a un lado a la “otra” los músicos nos entregaron todo de si para que olvidar años de ser ignorados.




Para sellar la noche inolvidable nos brindaron dos poderosas canciones Favorite Things
y A kiss to send us off. Tras la despedida de rigor los músicos abandonaron el escenario.

En lo personal pese a que en ninguno de los dos show incluyeron Pardon Me
(demandada a cada rato por el publico), I miss you o Summer Romance que eran mis predilectas. Igualmente abandone el Arena con una alegría inmensa y como no , si no sólo tuve el privilegio de ver en vivo y después de 7 años a una de las bandas que más me ha marcado musicalmente, sino también por pude presenciar dos de los últimos conciertos antes que la banda se tome un receso de un año.