No hay plazo que no se cumple ni deuda que no se pague, en mi caso una de las grandes cuentas pendientes que mantenía con la música era no haber podido asistir a los conciertos de Gun´s and Roses (tenía 6 años cuando vinieron a Chile) y Stone Temple Pilots ( se disolvieron sin siquiera tocar suelo nacional).

Por eso la única instancia que podía aplacar en parte esta deuda era asistir al concierto de Velvet Revolver, en la pista atlética del estadio Nacional el pasado 10 de marzo. El espectáculo fue la apertura perfecta para la primera gira Latinoamérica del grupo.

Siete de la tarde y quince minutos, mis amigos me pasan a buscar y emprendemos raudamente camino al estadio, llegamos justo para Bad Religión. Estos viejitos del punk rock suenan bien y funcionaron como teloneros, cabe mencionar que algunos asistentes fueron sólo para verlos a ellos. En lo personal debo reconocer que no les conocía ni una sola canción, a pesar de eso me mantuve atenta los 45 minutos que duró el show.

Los nervios se acrecentaron no más arroz graneado , ahora lo que había esperado por montón de años ver a Scott Weiland mi ídolo e icono sexual en la adolescencia, sin mencionar Slasha ( a que roquero no le gustaría escuchar tocar a ese hijo de puta.)

Nueve cuarenta de la noche, se apagan las luces y se ve con claridad la esquelética figura Weiland (vocalista) compañado de Slash (guitarra), Duff McKagan (bajo) y Matt Sorum (batería). Los primeros acordes de esa guitarra desgarrada simplemente hicieron vibrar a las 60 mil almas que rodeamos el escenario.

Más por nostalgia a las ex bandas que por admiración a Velvet , la mayoría de los asistentes vibramos y disfrutamos con el talentoso e impecable puesta en escena. Puro rock como el de antaño, ese donde no se necesitan pantallas gigantes ni pirotecnia, sino que se llena el escenario con buen sonido y rock and roll.

Weiland puede estar en los huesos (gracia a las malas costumbres del rock) pero su voz y su presencia escénica no cambian y que decir de Slasha el mismo sombrero, el mismo pañuelo, los mismos bototos y el mismo don de tocar como los dioses.

En la primera parte del show canciones de Velvet que siempre se agradecen por su perfecta ejecución, sonó "Slither" y "Fall to pieces" de su álbum debut Contraband" (2004). Luego lo que todos esperábamos una echadita de mano al baúl de los recuerdos.


"It´s so easy", “Used to love her ” .“Mr. Brownstone” de Guns y “Sex type thing” y "Crackerman" de STP fue la pequeña saboriadita de miel que Velvet otorgó a sus comensales. De postre nunca viene mal una versión de “Wish you were here” tema que inmortalizo Pink Floyd .

Sin duda…¡¡¡quedamos con hambre!! es que los fanáticos no pudimos evitar soñar con escuchar Paradise City , Crying, November Rain, Interesting Love Song, Plush, Sour Girl, Wicked Garden etc etc etc. Aunque se veía venir el hijo de puta de Axel tiene todos los derechos de las canciones filetes. Hubo que conformarse con Weiland cantando con megáfono , igual no es malo “que más Stone que eso!!!”.

Entre suma y resta mmm difícil fue sólido y perfecto a lo que se refiere a sonido, ahora en el ámbito emocional para mi tuvo muchas carencias, me falto ese click ese quiebre y explosición de sensaciones que sentí por ejemplo en Pearl Jam. Ahora de ninguna manera me arrepiento de haber asistido, por el contrario seguiré rogándole a los santos para que esta vez traigan a David Grohl y compañía uno de las otras cuentas pendientes que tengo en el grunge.