Nunca fui buena vaticinando cosas y justo cuando quería equivocarme le achunte, los rumores que aseguraban la visita de banda inglesa liderada por Jay Kay resultaron ser la más cruel de las bromas que se le pudo hacer a los Funkaticos locales. Peticiones online, cartas, mail a los medios de comunicación y juntas para hacer presión no fueron suficientes para que esta talentosisima banda se apiadara de nosotros e incluyera a Chile dentro de su tan esperado tour del Dynamite.

Si bien la fé es lo último que se pierde, la experiencia también indica que si a menos de dos semanas de que comience la gira latinoamericana aún no se confirma una fecha en nuestro país , es hora juntar los pesitos, armar las maletas y emprenderde viaje al sitio más cercano que incluya el tour, es decir Buenos Aires.

Con los pasajes en la mano y las entradas , que harto que costó para conseguirlas, me embarco junto a el musicadicto junior más conocido como mi hermano chico (15) en lo que será una de las aventuras preferidas de una melómana como yo . Mi estadía dura una semana donde, sin duda, lo pase increible , pero que tuvo su clímax el 22 de marzo en el estadio Club Ciudad de Buenos Aires.

Llegamos como a las 11 am, con nuestra pequeña bandera chilena atada al cuerpo y muchas fantasías que nacieron tras mirar una y otra vez Live in Verona o bajar cuanta presentación en vivo se encuentra en internet. Para nuestra sorpresa de las 30 o 40 personas que ya estaban en la fila unas 15 eran chilenas, todas muy organizadas y con el mejor de los ánimos para hacer sentir la presencia de Chile dentro de los 25. mil almas que reventarían el estadio ese día.

Las horas volaron como nunca y de los fanáticos aparredados pasamos a cuadras y cuadras de seguidores de la tribu más famosa "Los Quai". Me llamó poderosamente la atención que no hubo vendedores de los típicos cachivaches de concierto llámese cintillo, chapita o autodesivo.( bueno esto comprueba que nosotros somos los únicos que coleccionamos esas leseras).

Entre 4:30 y 5:00 pm se abrieron las puertas, un control más o menos decente (porque allá si que es fácil entrar las cámaras de foto y video) dio pasó al comienzo del sueño. Fue muy fácil diferencial al público local, los argentinos caminaban muy relajados casi mirando el paisaje, mientras los chilenos corríamos como si nos fuesen a dejar fuera. Lo c Lo c... “eso se llama cultura” me dirán algunos, pero para mi se llama pasión , porque por aire o por tierra quienes cruzamos la cordillera sabíamos que representábamos no sólo los frustrados sueños propios, sino de las miles de peticiones firmadas de quienes no tuvieron la fortuna de poder viajar.


Muy lentamente se fue llenando el estadio , seguramente como era día laboral los fanáticos llegaron más tarde, pero llegaron ( a las 10 pm no cabía ni un alfiler en la cancha) así los chilenos estratégicamente ubicados adelante a la derecha de pasillo del escenario se hicieron sentir. Cada vez se tornaba más divertida la condición de extranjera y es que nada más lindo que ver por la pantallas gigantes a las banderas de tu país.


A las 6:10 pm comenzó el arroz graneado que tardó 4 bandas en cocinarse, la primera de ellas Tony 70, un grupo de estrafalarios liderados por un gordito amanerado y muy simpático que conquistó al público con un par de temas. En serio o en broma la consigna “Tony Tony” fue coriada por todos en las presentaciones de las dos bandas siguientes. Que dicho de paso no recuerdo ni sus nombres ( creo que una era Victoria Mil) y que a mi parecer fueron muy mal escogidas ya que no coincidían con el estilo musical que t fuimos a escuchar.

El último en salir al escenario fue el ex Ilia kuriaki Emmanuel Horvilleur, que fue el único que capturo positivamente mi atención, admito que no conocía nada de su trabajo en solitario pero tenia buenas canciones, además los argentinos se “re prendieron” con su actuación. Pasadas las 9:30 pm el corazón empezó a latir cada vez más rápido y mientras intentábamos mimetizarnos con el acento popular Ole ole ole CHAMI...RO”QUEI” y luchábamos por nuestras vida, porque uuuuu los empujones si que eran fuertes, llegó la luz de salvación o más bien lo contrario se apagaron las luces todos sabiamos que cuando se volvieran a prender el Sueño ya una sería realidad.


Continuara...

Eso es lo que para mi merece esta gran banda escocesa que llegó a Chile con una difícil misión, telonear a unos de los mostruos de la música como son U2. Porque a pesar del éxito de ventas de sus dos discos Franz Ferdinald 2004 y You could have so much better 2005 , siempre existe riesgo para un artista que se presenta por primera vez en un mercado, sin mencionar las agallas que hay que tener para tocar frente a un público que lleva en promedio 12 horas esperando a otra banda .

Pero Los Franz sortearon todos esos obstáculos y cuando subieron al imponente escenario simplemente la rompieron. Para los que llevábamos tantas horas esperando fue como ver un oasis en un desierto, los poderosos acordes de Do you Want to antecedidos por una graciosa voz en español de Alex Kaprano “Si ustedes quieres, Si ustedes quieren” fue el comienzo de un gran espectáculo.

En lo personal las desventajas de estar en la reja empezaron a manifestarse, pero muy poco importo a la hora de saltar y basilar con “40” y “The Fallen” a esas alturas El Nacional ya se había entregado por completo a estos músicos con pinta de nerd , que irradiaban tanta simpatía y talento.

In Walk Away Bob Hardy (bajista) y Paul Thomson (batero) deciden jugar a las cambiaditas, lo que logro enganchar más la atención de los que allí estuvimos. Para mi el momento emotivo lo viví con Eleonor Put Your Boots On, de partida me enamore de la canción y además recuerdo patente el rostro de Kaprano en la pantalla gigante, de fondo un cielo que dejó atrás el fantasma de la lluvia para dar paso a un rojizo atardecer.

Luego sólo éxitos “The Dark of Matinee” y el tan esperado “Take me Out” el cual fue coreado y brincado por todos los que estábamos ahí. Algunos pensaban que con eso concluiría el show, sin embargo, aún quedaban temazos como Jacqueline y Michael, incluso en este último un relajado Kaprano jugaba haciendo coreografias con las manos y dirigiendo al público.



Al permanente espectáculo que era Nick MCarthy tocando su guitarra (con su pacito retro característico) en Outsiders la terminaron de romper cuando quedaron tres tocando la batería. Aunque oficialmente ellos son 4 ese día estaban con dos niños de apoyo, uno permanente (que cayendo en el comentario frívolo estaba bien rico) y otro que intervenía de vez en cuando. Tampoco quedo exento el ya tradicional “OHHHH OHHHH OHHH” que improvisaron el batero junto a todo el estadio.

Finalmente y tras 48 minutos de show se despidieron con This Fire, temazo que dejó a todos prendidos. Cuando Kaprano nos agradeció por dejarlos tocar en nuestro país, sentí la imperiosa necesidad de contestarle a todo pulmón¡ Gracias a ustedes por venir a tocar a un país como Chile!. Y que si antes tenía la convicción que era una buena banda, ahora tenía la certeza de que son sólidos. Como sea la noche cayó sobre el nacional y el nerviosismo también, Los Franz se bajaron y los siguientes 20 minutos fueron una mezcla, de nervio, temor y mucha excitación, sin duda, lo mejor estaba por venir.

Esto es de Viña...pero exactamente igual que en el Concierto del 26
hasta el mismo humor britanico de Kaprano